¿Cómo afecta la iluminación en nuestros estados de ánimo?

¿Cómo afecta la iluminación en nuestros estados de ánimo?

La iluminación, según han demostrado distintas investigaciones durante los últimos años, afecta directamente en nuestros cambios de ánimo, ya que nuestros cuerpos están preparados para recibir estímulos con la iluminación del día y la oscuridad de la noche.

Según señala Talieh Ghane, autora del estudio “What is Healthy Lighting?” de 2019 para la Universidad de California, en una entrevista con Alcon Lighting, “Nuestro cuerpo está confundido, no sabe cuándo es de día y cuándo es de noche, porque durante el día no recibimos tanta luz natural intensa como la que obtendríamos al aire libre. Y por la noche, cuando se supone que no debes recibir ninguna luz azul, obtienes mucha luz azul”.

Ghane, además, comenta que “necesitamos pasar una o dos horas por la mañana bajo la luz del día. Si no recibimos suficiente luz del día por la mañana, debemos asegurarnos de que en nuestro espacio de trabajo, en nuestra habitación o en cualquier espacio en el que estemos encerrados, tengamos luz de alta intensidad”.

FORMAS DE REGULAR LOS CAMBIOS DE ÁNIMO PRODUCIDOS POR LA ILUMINACIÓN

Con el control de luces puedes generar cambios importantes en la percepción de los ambientes, ya que cada color produce que veamos de distinta manera los espacios que tenemos en casa. Podemos producir ambientes cálidos, que nos relajen y nos hagan sentir como en una puesta de sol o generar ambientes más fríos, que nos permitan asociar el ambiente a algo más solitario, y de esta forma poder ayudarnos en los cambios de ánimo que pueden producir los distintos estilos de iluminación.

El color azul, por ejemplo, es asociado frecuentemente al mar y ambientes más fríos. Cuando iluminamos una pieza de colores más fríos como éste, logramos dos cosas: que el espacio se vea más grande de lo que en realidad es y en segundo lugar, se genera un ambiente que permite relajarse y sentirse más fresco, ideal para algunos días de verano donde las temperaturas pueden ser muy altas, ayudando a mejorar tu estado de ánimo para el día.

Por otro lado, las luces tenues funcionan mejor de noche, ya que necesitamos reducir nuestros estímulos, y como indica un estudio de la Universidad de Toronto en 2014, las luces brillantes “intensifican nuestra reacción emocional inicial hacia un estímulo, y sus efectos pueden ser tanto positivos como negativos".”

Como vemos, es muy importante la forma en que iluminamos nuestros espacios según momentos y cómo nos estemos sintiendo. La iluminación puede ser verdaderamente trascendental en la manera que afrontamos un día, y asegurarse de crear los ambientes adecuados puede ser de mucha utilidad para tu salud mental.

 

Imagen: Teksomolika en Freepik